Los que cocinan a los futbolistas de primera: «Para Lamine un wrap y para Vinicius un poke de pollo tras el Clásico»

NOTICIA .- Hace tiempo que la alimentación dejó de ser un mero complemento para los deportistas de élite y se convirtió en parte clave de su rendimiento. El deportista más mediático o el que se entrena en soledad cada día en busca de un sueño tienen que tener claro que la comida que ingieren puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.

Ahí es donde aparece MioBio, una empresa emergente de Valencia que se puso en marcha para poner más fácil a deportistas y clubes la posibilidad de que la alimentación nunca sea un problema, que siempre sume. El resultado: platos saludables, caseros y diseñados para maximizar la recuperación y el rendimiento físico.

Sergio Brisa, CEO de MioBio, y Emanuela Gornati, responsable nutricional, fueron los encargados de encender la chispa de MioBio. Ambos procedían de mundos completamente diferentes: él, de la ingeniería, y ella, de la moda. Sin embargo, ambos compartían una pasión por la alimentación saludable, en especial después de una experiencia personal que marcó un antes y un después para Emanuela. «Siempre he tenido inquietud por la alimentación a raíz de un problema de salud familiar. Un cambio en la alimentación fue determinante para la mejora de una enfermedad de mi hermana», explica Gornati. «Me pareció increíble cómo lo que comemos puede tener un impacto tan grande».

Ese fue el germen de lo que, un tiempo después, se convertiría en MioBio. Gornati y Brisa, tras la pertinente formación en países de media Europa (España, Francia, Italia, Portugal) comenzaron en un pequeño restaurante en Valencia que, con el tiempo, se transformó en un innovador modelo de negocio. «Nos diferenciamos apostando por el veganismo, los alimentos ecológicos e integrales», comenta Sergio.

Pero la verdadera disrupción llegó cuando decidieron enfocarse en los deportistas, que cada vez frecuentaban más su restaurante, ya que les ofrecían la posibilidad de conseguir menús personalizados, pesados y con los macros ajustados a las necesidades nutricionales de cada uno. Así fue como entraron en el mundo del deporte de élite. “Sólo unos cuantos meses después ya estábamos trabajando directamente con cinco clubes de Primera división”, recuerdan.

La incursión de MioBio en el mundo del fútbol no fue casualidad. Para Brisa, lo que encontraron en los vestuarios de los equipos profesionales fue una oportunidad clara para mejorar: «Cuando nos adentramos en el mundo del fútbol, vimos una gran necesidad de un servicio como el de MioBio: en los autobuses de los equipos después de los partidos te encontrabas 20 cajas de pizzas y hamburguesas de comida rápida. Para nosotros, era una incoherencia total. Había una exigencia hacia los jugadores en sus casas durante la semana, pero después de un partido se podían atiborrar de comida basura».

MioBio se puso manos a la obra para cambiar esa realidad y ahora ya trabaja mano a mano con más de medio centenar de deportistas, además de 15 equipos de LaLiga, 17 de la Laliga Hypermotion y otros tantos de la Liga F, la Liga Endesa o la selección de rugby…

Su servicio más demandado actualmente son los menús post-partido. «Creamos una carta regenerativa que, por un lado, le gusta al jugador y, por otro, ayuda a recuperar lo antes posible», comenta Emanuela.

Ricos en nutrientes
Después de un partido, el cuerpo está agotado y necesita recuperarse rápidamente, algo que no se logra con comida rápida, sino con platos ricos en nutrientes. “Hemos creado recetas visualmente atractivas y reconocibles para los jugadores, como hamburguesas, pero utilizando alimentos ecológicos e integrales, que ayudan en la regeneración en lugar de restarles nutrientes. El menú ideal después de un partido debe ser rico en hidratos, proteínas y antioxidantes. Usamos mucho los frutos rojos, por ejemplo”.

Los platos estrella para nada más terminar los partidos son la pasta boloñesa, cuidando cada uno de sus ingredientes al máximo, los wraps de pollo y el boniato al horno para sustituir las patatas fritas. «No freímos nada», recalca Gornati. “Todo lo cocinamos al horno. Cocinar de forma saludable es clave, ya que después de un partido el cuerpo está inflamado, y una comida pesada solo lo empeoraría”.

Uno de los aspectos que hace única a MioBio es su capacidad de personalizar al máximo los menús para cada jugador. «Puede darse el caso de que en un equipo de fútbol que hay 25 jugadores, nos encontremos con que hay que preparar 10 o 15 menús distintos», explica Brisa. Cada deportista tiene unas necesidades específicas, dependiendo de su posición en el campo, su físico, e incluso su edad. «Entre los 18 y los 24 años, la buena alimentación es más una obligación», dice Brisa. «Entre los 24 y los 30 ya lo hacen porque educación y porque ven resultados”, continúa. “Y a partir de los 30, se lo imponen ellos mismos porque ya notan físicamente cómo la mala alimentación les afecta. El cuerpo no responde igual».

Tan claro tienen que una buena alimentación es crucial como que si esos platos no están ricos, tienen pocas posibilidades de triunfar. Que el jugador disfrute de la comida es imprescindible. «El sabor es vital. Más allá de macros y nutrientes, si el deportista o la persona no disfruta de la comida, ‘game over’ inmediato», enfatiza Brisa. Es por eso que las reuniones periódicas con los jugadores y sus nutricionistas son claves para ajustar continuamente el menú y las recetas.

Sirva como muestra de un hipotético menú post partido el Clásico que va a enfrentar a Real Madrid y Barcelona esta noche en el Bernabéu y juguemos con los gustos de los protagonistas en busca de su menú ideal al terminar de jugar. «A Lamine, que es muy joven, seguro que le gustaría un wrap de pollo o una de nuestras hamburguesas, y un buen postre», comenta Brisa. Para jugadores más veteranos, como Modric, las necesidades cambian: «Los veteranos suelen ser jugadores que te piden menos cantidad. Buscan algo más equilibrado y lo justito en cantidad. Tal vez un poco de arroz con verduras».

En el punto medio estarían, por ejemplo, Mbappe y Vinicius: “Ellos seguro que apostarían por los pokes de pollo. Un mix de arroz integral con pollo y algo de verdura. Es ideal para un post partido. Además, nuestro poke no lleva azúcar ni glutamato. Tenemos nuestras propias salsas, saludables y adaptadas a los deportistas”.

En cualquier caso, los nutricionistas de cada equipo tienen la última palabra. “Hay diferentes tipos de nutricionistas. Algunos prefieren un post-partido más indulgente, como un premio, mientras que otros ven esa alimentación clave para la pronta recuperación y el siguiente partido. Nosotros hemos adaptado recetas como tarta de queso o bizcocho de chocolate, pero con un aporte proteico y sin azúcares refinados, para dar gusto a todos. También hacemos bolitas energéticas a base de fructosa y dátiles”, comenta Emanuela.

No arriesgan nada
Para las horas previas al partido, la experiencia les dice que no hay que ‘inventar’ nada. “Tiene que ser un menú muy simple: pasta o arroz, hidratos y proteínas. Se eliminan grasas y fibras, ya que ralentizan la digestión y podrían causar problemas. El objetivo es proporcionar energía y llenar los músculos de glucógeno para que puedan rendir. Todos los nutricionistas con los que trabajamos coinciden en esto”, explican.

Además, hay un extra: “Todos estos años nos han enseñado que los futbolistas no arriesgan nada con la comida antes de jugar. Nada. Siempre comen lo mismo, lo que saben que les va a sentar bien y a dar la energía que necesitan. No innovan”, apunta Sergio.

Pero el futbol y el Clásico no es la única gran cita deportiva de hoy. También está el combate de Ilia Topuria, otro deportista para el que la alimentación es un pilar fundamental. «Cada deporte tiene una necesidad, una ingesta y un timing distinto. Eso es súper importante respetarlo y adaptarlo a cada persona», explica Gornati, a la que le encantaría preparar el menú previo al combate de Ilia: “Sería increíble poder dar de comer a Ilia. Él tiene un plan, está muy seguido a nivel nutricional, sigue una dieta, tiene su médico, pero seguro que, sabiendo lo que necesita y sus gustos, podría inventar algo diferente al típico arroz con pollo precompetición”, confiesa.

De hecho, una de las claves del éxito de MioBio radica en su capacidad de combinar el sabor con la funcionalidad. Ofrecer un plato equilibrado y apetecible que cumpla con las exigencias nutricionales de los deportistas de élite. «Comer pollo dos o tres veces por semana puede volverse aburrido, así que buscamos transformarlo a través de recetas diferentes para que parezca otra cosa. Eso sí, sin utilizar azúcares refinados ni productos procesados», explica Gornati. “Nuestra cocina toca todos los estilos: mediterránea, asiática, mexicana… Podemos usar diferentes especias que ayudan a mejorar la recuperación, la digestión y, además, aportan sabor”.

Aunque MioBio ha encontrado su nicho en el mundo del deporte, cualquier persona puede aprovechar sus servicios para alimentarse como un auténtico deportista de élite gracias a su ecommerce. «En la opción amateur, ofrecemos un plato equilibrado con dos opciones para elegir, con pesos y macros normales», explica Brisa, que añade: “También hay una opción para los más exigentes, donde el cliente puede indicar exactamente cuántos gramos de proteína o hidratos necesita, y MioBio ajusta la dieta en consecuencia”.

El precio, obviamente, es uno de los factores determinantes para poder permitirse este menú a diario. “Cada menú cuesta 12 euros e incluye un primero y un segundo de comida casera, no industrializada. Son los mismos platos que les podemos dar a jugadores profesionales», explican.

MioBio está abanderando una revolución silenciosa en la alimentación y ahora apuestan por trasladar lo aprendido en el deporte al mundo empresarial: «Es como si nos hubiéramos certificado en la mejor y más exigente universidad del mundo, hubiéramos sacado sobresaliente y ahora sólo tuviéramos que adaptar el conocimiento. Con todo lo que hemos vivido en el deporte, es sencillísimo generar menús muy variados y, a la vez, personalizar para las empresas».