Come mejor, entrena mejor… y ahorra tiempo
¿Te pasa que llegas de entrenar con hambre y sin ganas de cocinar? ¿O que terminas picando lo primero que ves porque no tienes nada listo? Si eres deportista, sabes que una buena alimentación es clave para rendir, recuperarte y alcanzar tus metas. Pero comer bien cada día no tiene que ser complicado. Hoy te contamos cómo el batch cooking deportivo puede ayudarte a planificar, cocinar y disfrutar de una alimentación funcional toda la semana… sin estrés.
¿Qué es el batch cooking y por qué es ideal para deportistas?
El batch cooking consiste en cocinar de forma organizada y estratégica una o dos veces por semana para dejar listas varias preparaciones que luego puedes combinar fácilmente. No se trata de comer lo mismo todos los días, sino de tener una base saludable y variada para adaptarla a tus necesidades.
Para deportistas, esto se traduce en:
Tener siempre opciones listas para antes o después del entrenamiento.
Evitar decisiones impulsivas que sabotean tu rendimiento.
Garantizar una ingesta adecuada de proteínas, carbohidratos complejos y micronutrientes.
Ajustar fácilmente las porciones según la fase de entrenamiento o competición.
Cómo organizar tu batch cooking deportivo
1. Define tus objetivos
No es lo mismo planificar tu alimentación si estás en fase de carga, definición o recuperación. Una alimentación personalizada es clave para conseguir tus metas. Pregúntate: ¿quieres aumentar masa muscular, mejorar tu resistencia o recuperarte más rápido?
2. Elige tus bases funcionales
Agrupa alimentos por categoría para asegurar variedad y equilibrio:
- Proteínas: pollo, tofu, huevos, legumbres, pescado.
- Hidratos complejos: quinoa, arroz integral, patata, pasta de legumbre.
- Grasas saludables: aguacate, frutos secos, aceite de oliva virgen extra.
- Verduras: horneadas, al vapor o crudas, en distintas texturas y colores.
- Snacks y post-entreno: barritas caseras, hummus, fruta fresca o deshidratada.
3. Organiza tu cocina como un centro de alto rendimiento
- Dedica 2-3 horas un día fijo de la semana (por ejemplo, domingo por la tarde) para:
- Cocinar grandes cantidades (sin perder calidad).
- Guardar porciones individuales o familiares.
- Usar envases herméticos y etiquetar con fecha y contenido.
- Refrigerar lo de los próximos 3 días y congelar el resto.
4. Hazlo fácil de combinar
Tu semana será mucho más sencilla si las preparaciones pueden mezclarse sin complicaciones. Por ejemplo:
- Arroz integral + salteado de verduras + tempeh = bowl post-entreno.
- Hummus + bastones de zanahoria + nueces = snack pre-sesión.
- Tortilla de espinacas + pan integral + aguacate = desayuno funcional.
¿Y si no tienes tiempo? El catering deportivo es tu aliado
Sabemos que no siempre es fácil encontrar ese par de horas libres. Aquí es donde entra en juego la solución más práctica: un servicio de catering deportivo como el de Miobio, que te ofrece menús funcionales, diseñados por nutricionistas y cocinados por chefs especializados en cocina para deportistas.
Alimentarte bien es entrenar con ventaja
Organizar tu semana con un buen batch cooking deportivo (o dejarlo en manos expertas con un catering personalizado) puede marcar la diferencia entre una preparación mediocre o un progreso constante. La alimentación funcional no sólo nutre tu cuerpo: optimiza tu esfuerzo, mejora tu recuperación y te mantiene motivado.